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Arquitectura 07.07.2021

Claves de la estanqueidad al aire en edificaciones

Uno de los factores que contribuyen a mejorar la sensación de confort dentro de un inmueble es su nivel de estanqueidad a la permeabilidad del aire.

Una vivienda con una envolvente estanca y continua en fachadas, suelos y cubiertas, protege su interior de infiltraciones no deseadas y facilita el control del aire dentro del hogar. De esta forma se incrementa la eficiencia energética reduciendo las pérdidas por ventilación y logrando el mayor rendimiento de los equipos de climatización.

Alcanzar un buen nivel de estanqueidad dentro de un inmueble aporta múltiples beneficios: impide la entrada de gases o partículas nocivas, evita corrientes de aire por las estancias, y elimina patologías causadas por humedades.

De esta manera se mejora la salubridad y se reducen las tareas de mantenimiento durante la vida útil de la edificación, beneficiando a la durabilidad del inmueble.

Para lograr la salubridad y el confort en una vivienda con una buena estanqueidad al aire es fundamental contar con un sistema de ventilación mecánica controlada (VMC), ya que donde antes la humedad, olores, gases o partículas nocivas se expulsaban de forma natural debido a las infiltraciones no deseadas, al contar con una envolvente estanca permanecen dentro de ella.

Por esta razón, es fundamental contar con un buen sistema de ventilación mecánica.

Cómo garantizar la estanqueidad dentro de un edificio

Los problemas de falta de hermeticidad suelen tener su origen en errores cometidos durante la fase de ejecución del inmueble.

La presión del viento sobre el cerramiento no sólo produce entrada de aire frío por sus fisuras, sino que favorece la proliferación de microorganismos y condensaciones en la capa aislante que, al contacto con el aire húmedo, sufre una rápida degradación y se vuelve inservible.

La hermeticidad también mejora la protección frente al ruido. Una rendija en el cerramiento no sólo produce una fuga de aire, también origina una fuga acústica.

Por este motivo, es fundamental sellar las holguras con un material elástico que asegure la estanqueidad tanto al ruido aéreo como al producido por vibraciones en la estructura del inmueble.

 

Puntos sensibles con problemas de estanqueidad

En la envolvente de un edificio, hay 3 zonas donde debe cuidarse la hermeticidad para eliminar puentes térmicos y alcanzar un nivel de estanqueidad óptimo.

Los encuentros estructurales

Los encuentros entre distintos elementos constructivos como fachadas, forjados y cerramientos, son zonas débiles que requieren un especial cuidado al realizar el sellado entre materiales.

De igual manera, las juntas o los remates perimetrales en los huecos de puertas y ventanas deben sellarse completamente de manera continua con material flexible.

No conviene olvidarse de las cajas de persianas, que son lugares especialmente sensibles a la entrada de aire en la vivienda.

Conviene señalar que existen piezas especiales -como perfiles preformados- para sellar esquinas y ángulos, y que son especialmente útiles para asegurar la hermeticidad en torno a elementos de cubierta como ventanas, lucernarios, claraboyas o chimeneas.

Otros elementos que requieren especial cuidado son las puertas de los ascensores, que también deben tratarse como puertas exteriores al estar ventiladas hacia el exterior.

Es muy importante que tanto proyectistas como instaladores colaboren verificando la correcta resolución de uniones entre todos estos elementos constructivos para garantizar la continuidad de la envolvente hermética.

Cables, tuberías y cajas de instalaciones

Otras zonas críticas donde debe asegurarse la correcta hermeticidad son los pasos de instalaciones a través del cerramiento, y los conductos de salida de humos, de ventilación y saneamiento.

Estas canalizaciones atraviesan la envolvente térmica, y necesitan especial atención cuanto se pretende garantizar la hermeticidad en un inmueble.

Las perforaciones en el cerramiento para pasar tuberías o cableado deben quedar bien selladas con ojales de estanqueidad elásticos. El sellado hermético de elementos incluye desde los tubos de desagüe de los baños hasta los orificios en el techo de los cables de las lámparas.

La estanqueidad de las cajas eléctricas se consigue introduciendo aislamiento térmico para evitar corrientes de aire interiores. Los patinillos -conductos verticales con tuberías y cables a través de las distintas plantas del edificio- y las cámaras que alberguen instalaciones también deben aislarse de igual manera.

estanqueidad aire

Productos y soluciones que favorecen la estanqueidad al aire

El aire se filtra a través de los huecos y encuentros entre elementos estructurales de un edificio tradicional, lo que perjudica a su rendimiento energético. Hoy en día se utilizan diferentes productos que mejoran la hermeticidad en estas zonas sensibles.

Existen en el mercado soluciones como cintas sellantes, espumas expansivas y membranas líquidas que contribuyen a eliminar grietas y holguras, beneficiando a la estanqueidad de la edificación.

Cintas sellantes de espuma expansiva

as cintas de espuma expansiva son adecuadas para evitar infiltraciones de aire en encuentros y juntas entre el cerramiento y las distintas carpinterías en la fachada o cubierta. Proporcionan un sellado resistente a la intemperie con gran nivel de estanqueidad al agua y al aire.

Son cintas de sellado precomprimidas impregnadas en polímeros que no solo aportan aislamiento térmico, sino que permiten la correcta difusión del vapor y aminoran la entrada del ruido exterior.

Por ese motivo suelen utilizarse en construcciones de alta eficiencia energética, bajo estándar PassivHaus o Consumo Casi Nulo (ECCN) para la instalación estanca de las puertas y ventanas.

Se colocan en torno a los huecos de la fachada antes de que los instaladores fijen los marcos de las carpinterías, y van aumentando de espesor mediante descompresión retardada hasta llenar el espacio disponible, sin generar tensiones en los materiales.

Estas cintas tienen la adherencia y elasticidad como sus principales propiedades, y sus condiciones de calidad se regulan mediante la norma DIN 18542.

Espuma aislante de poliuretano

Otra solución para crear barreras estancas al aire en superficies de la envolvente térmica es la proyección de poliuretano con estructura interna de célula cerrada (CCC4) que proporciona un alto grado de hermeticidad, y es uno de los tratamientos adecuados para las juntas en torno a puertas y ventanas de las casas pasivas.

Se aplica mediante pistola y tiene gran capacidad de adhesión a los materiales, adaptándose a los movimientos de la estructura sin problemas de fisuración..

Membranas líquidas impermeabilizantes

Esta solución es un producto versátil compuesto por polímeros líquidos que mejora la hermeticidad en el sellado de las conexiones entre diferentes elementos constructivos, formando una capa estanca frente al aire y al vapor de agua a lo largo de toda la envolvente.

Es muy útil para conseguir la estanqueidad en zonas complicadas como el paso de tuberías e instalaciones o esquinas de difícil acceso, así como en determinados encuentros de vigas con fachadas.

También puede aplicarse en el exterior del edificio, sobre muros completos expuestos al aire o tejados inclinados, protegiendo al inmueble de las agresiones medioambientales y asegurando la estanqueidad entre paredes, suelos y techos.

Esta pasta polímera se puede aplicar mediante brocha o con máquina de pulverizado. Una vez seca, forma una membrana flexible y hermética de alta densidad, que puede repintarse o enyesar.

Estos productos están certificados por el Passive House Certified Component para su uso en la construcción de casas pasivas.

Cómo medir la hermeticidad del edificio

El test de BlowerDoor es un ensayo que  mide la hermeticidad del edificio o vivienda y detecta la cantidad y ubicación de infiltraciones de aire no deseadas que hay en el mismo.

Para su realización, se instala un ventilador en la puerta principal de entrada, junto con una lona estanca. Se poner en marcha el ventilador y se mide la diferencia de presión de 50 Pascales entre el interior y el exterior de la vivienda.

Se rige por la norma norma UNE-EN 13829:2002

Los resultados que se obtienen son las renovaciones de volumen de aire total por cada hora.

Para localizar de manera más exacta las infiltraciones de aire, se suelen ayudar también de:

– Anemómetro para localizar las infiltraciones.

Cámara termográfica para localizar los flujos de aire frío donde se encuentran las infiltraciones.