La presencia de agua (tanto en estado líquido como gaseoso, tanto en los soportes como en el ambiente) en nuestros espacios construidos es una de las situaciones más importantes a gestionar, con el fin de mantener los mismos en óptimas condiciones.

A nivel genérico podemos distinguir tres tipos de humedad según sea su origen :

1. Humedades de ascensión capilar. 
2. Humedades por filtración. 
3. Humedades de condensación. 

En este artículo vamos a tratar las humedades de ascensión capilar, cómo se generan, qué consecuencias tienen en nuestras construcciones y qué métodos existen para intentar subsanarlas.

Humedades de ascensión capilar.

Origen de la humedad de ascensión capilar. 

Los suelos donde se construye contienen humedad. Siempre. En mayor o menor medida, y a una altura tal que en ocasiones puede afectar a las cimentaciones. El nivel freático o nivel al que llega el agua en estado líquido, varía mucho de unas zonas geográficas a otras, y también sufre variaciones a lo largo del año. Por encima de ese nivel, se trasmite humedad por capilaridad en el terreno. Y las cimentaciones mal protegidas al efecto de esa humedad, acaban trasmitiendo la misma a los muros vistos superiores.

Prevención de la humedad de ascensión capilar. 

Existen múltiples estrategias constructivas que buscan evitar la aparición de humedades ascendentes (ataguías, drenajes, barreras absorbentes, barreras impermeables, cámaras de aire, etc), pero el método más simple y económico consiste en el empleo de materiales hidrófugos en las cimentaciones. Se trataría de cerrar la porosidad del hormigón y de cualquier otro material que componga esa parte de la edificación. Para ello bastaría con, por ejemplo, aditivar en masa el hormigón con un producto hidrofugante específico, que no altere las propiedades ni resistencias del mismo pero que impida el paso del agua.

En el caso de que ninguna de las prevenciones citadas anteriormente  hubieran sido aplicadas, las posibles soluciones para la erradicación de la humedad de ascensión capilar son las siguientes:

• Inyección por gravedad: goteros a lo largo del muro a tratar, con el fin de cerrar el tránsito del agua en todo el espesor del muro. Requiere de un tiempo de ejecución prolongado
• Inyección a presión: el resultado final es similar al anterior, pero la aplicación del material es mecanizada con compresor de aire, acelerando el proceso.
• Inyecciones de gel: a partir de perforaciones longitudinales y colocación de resina gelificada en los orificios, barrera efectiva en poca superficie tratada.
• Inserciones de láminas impermeables tras cortes alternos en el muro.
• Electroósmosis: se realiza mediante la aplicación de electrodos en las paredes.  Para acabar, se aplican los impulsos eléctricos necesarios para revertir el flujo de agua y acabar con la humedad.

Todos estos procedimientos llevan implícito siempre el mismo sistema de finalización:

-Tras el repicado de las zonas afectadas, imprimación/consolidación con un producto penetrante y muy transpirable.

-Recrecido con mortero impermeable antisalitre muy transpirable.

-Nuevamente imprimación muy transpirable.

-Revestir la zona con pinturas muy transpirables.