Patologías en el mortero de enlucido en una fachada SATE

En este artículo explicamos cómo prevenir las patologías ocasionadas por defectos de aplicación del mortero de enlucido sobre las placas aislantes en un sistema SATE.

Este problema, bastante habitual por instalación del sistema mediante mano de obra no cualificada, tiene como resultado la aparición de defectos de acabado a los pocos meses de haber finalizado la obra.

Por este motivo, es muy importante utilizar siempre sistemas de aislamiento térmico exterior que cuenten con Evaluación Técnica Europea (Certificados ETE) y que la puesta en obra se realice por aplicadores formados en la aplicación del sistema. Es la manera de garantizar la calidad de la ejecución y prevenir reclamaciones y reparaciones posteriores.

Veamos cómo asegurar la correcta ejecución del mortero de enlucido y la adecuada disposición de su malla de refuerzo para evitar concentración de tensiones y fisuración del material.

Aplicación de primera capa de mortero de enlucido

El espesor insuficiente de la capa de mortero de cemento sobre el aislamiento es uno de los fallos más comunes del que derivan diversas patologías.

Una capa de mortero excesivamente fina  termina transparentando las juntas entre las planchas aislantes.

Ejemplo de fachada donde se aprecian las juntas entre las placas aislantes

Es frecuente que los técnicos que acuden a inspeccionar las causas de esta problemática realicen una cata y verifiquen que la capa de mortero de refuerzo no tiene los 4-5mm de espesor recomendado. Para asegurarse de que se alcanza siempre el espesor adecuado se recomienda, durante su aplicación, extender la capa de mortero utilizando una llana dentada de 8 mm.

El mortero de cemento tampoco debe emplearse para rellenar huecos entre planchas aislantes que hayan quedado muy separadas. La aplicación de una excesiva carga de mortero ocasiona un punto crítico que rompe la continuidad del aislamiento térmico, originando la aparición de puentes térmicos y desencadena en la manifestación de fisuras en la superficie del acabado.

Con frecuencia esta patología no se aprecia a simple vista en el edificio terminado, pero es fácilmente detectable mediante cámara termográfica, y perjudica al comportamiento energético del inmueble.

Colocación de la malla de refuerzo

La función de la colocación de la malla de fibra de vidrio en el mortero es incrementar la resistencia a flexión del propio material, absorbiendo y distribuyendo las tensiones que se generen en las capas del recubrimiento debido a esfuerzos mecánicos producidos por el curado del mortero o los movimientos de las placas aislantes debido a dilataciones por cambios de temperatura.

La malla siempre debe colocarse embebida en mitad del espesor del mortero o en su tercio exterior. Para ello, se debe embutir en la primera capa del mortero cuando éste todavía está fresco.

Se puede ver que la malla no ha sido embutida debidamente

La malla debe quedar ligeramente hundida, sin presionar demasiado para no reducir la capa del mortero y evitar que la malla entre en contacto con el panel aislante. De esta manera se previene la aparición de grietas en el revestimiento que provocaría la entrada de agua en el sistema.

La malla de fibra de vidrio debe colocarse manteniendo un solape mínimo de 10 cm entre mallas consecutivas, cubriendo toda la superficie incluyendo perfilería, esquinas de fachada y accesorios. Si no se realiza ese solape, se genera un punto crítico en el espacio desprotegido que desencadena en la concentración de tensiones y fisuración superficial del revestimiento de acabado.

La malla, que incorpora un tratamiento plástico antialcalino para resistir la carbonatación y los álcalis del cemento, debe poseer el marcado CE y cumplir la norma ETAG04.

Aplicación de segunda capa de mortero

Una vez que la primera capa de mortero haya fraguado, y esté seca y con la malla colocada, ha de extenderse y peinarse otra capa superior de mortero de refuerzo, de 2 o 3 mm de espesor hasta alcanzar los 4 o 6 mm que requiera el espesor total del mortero de enlucido.

Si el sistema aislante requiere de un afinado posterior para recibir un acabado de pintura lisa, se deberá ejecutar una capa fina de regulación con el propio mortero de cemento, dejando la superficie perfectamente uniforme y nivelada.

Aplicación de una segunda capa de enlucido

Conclusión

Previo a la ejecución del mortero de enlucido, también es necesario revisar la perfecta planimetría del aislamiento, lijando los resaltes que hayan quedado durante la colocación de las placas aislantes, para evitar que las irregularidades del soporte se transmitan a la capa de acabado.

También es importante que se utilicen sistemas reconocidos procedentes de fabricantes europeos, y que en obra se revise que los productos incorporados se corresponden con los prescritos por el arquitecto. Es la mejor garantía parar evitar problemas una vez finalizada la obra, que luego suelen ser difíciles de resolver.

No cuesta trabajo hacer las cosas bien desde un principio y asegurar, de esa manera, la alta durabilidad del sistema del aislamiento SATE.